IBOSHIM ARCHEOLOGY

IBOSHIM ARCHEOLOGY

viernes, 8 de febrero de 2013

Necrópolis vía Púnica 36.

Joan Roig Ribas.

1. Introducción.
Esta intervención arqueológica tuvo lugar durante la segunda quincena del mes de abril de 2012 con motivo de la construcción de un inmueble en el nº36 de la calle Vía Púnica (Municipio de Ciutat d’Eivissa).


Fig. 1. Localización del yacimiento.

Unas excavaciones realizadas en Vía Púnica 34, solar adyacente, durante 2008 (Llinàs; Marí, 2009: 79-86)[i] ya nos advirtieron sobre la casuística arqueológica. En dicha intervención fueron halladas un total de 48 inhumaciones (en fosa simple y cista) de los ss. III-IV d.C, una canal (de finales del I y s. II d.C.) y un muro que delimitaba un camino por el sur (postquem s. II a.C.). Ergo, en nuestro solar esperábamos encontrar la continuidad de dichos elementos hacia poniente; y, efectivamente, se confirmaron, pero pudimos matizar algunos de los aspectos apuntados en la intervención anterior, aunque, grosso modo, se confirmaron las tesis (fig. 2).
Fig. 2. Fotografía general del yacimiento.

2. Necrópolis.
Se detectaron un total de 13 enterramientos (12 inhumaciones y 1 incineración), pero a diferencia de lo reseñado para la excavación en Vía Púnica 34, aquí pudimos establecer dos fases diferenciadas. Esta diacronía se hizo plausible en las relaciones físicas: dos tumbas (T-11 y T-13) eran seccionadas y cubiertas por aquellas que asignamos a la fase ss. III-IV d.C. Así pues, contamos con una fase anterior que adscribimos al s. II d.C debido a la aparición de claras africanas A en sus rellenos.

  • Fase II d.C.
T-11 (figs. 3-7).
UE-39: se trataba de la cubierta de la tumba. Era un conjunto de 5 bloques calcáreos que, aunque removidos, mostraban facies trabajadas (35x30x20cm). Su orientación era de NG 65º59’E y la cota superior de 3,69 m.s.n.m.

UE-44: fosa simple de la inhumación tallada en el sustrato rocoso UE-13. En su tramo medial/noreste estaba seccionada por la tumba T-5. La planta era rectangular con el cabezal suroeste redondeado. El largo era de 86cm por 36 de ancho e ídem de profundidad. La sección parecía mostrar una morfología en U, siendo más ancha en la parte superior –60cm en la cota 3,69 m.s.n.m– para estrangularse, después, en la inferior –36cm a 3,34–. Su orientación era de NG 65º59’E. La cota superior se ubicaba a 3,52 y la inferior a 3,16 m.s.n.m.

UE-45: se trata del finado de la tumba. Se encontraba en posición de decúbito supino; la orientación del tronco era de NG 65º59’E, ubicándose el cráneo al suroeste y la cara mirando al norte con la mandíbula cerrada. Los húmeros permanecían en posición anatómica, con los codos en flexión el derecho y en semiflexión el izquierdo y los antebrazos sobre el abdomen. El individuo fue seccionado por T-5 a la altura de las diáfisis de los fémures, quedándonos únicamente sus epífisis proximales; aun así, pudimos determinar su posición anatómica y articulación estricta con la pelvis. Gracias a diversos indicios antropológicos pudimos aventurar que se trataba de un individuo adulto de sexo femenino. Para ello nos basamos en:
-          Edad: Adulta.     
Métrica: Húmero derecho 290mm, húmero izquierdo 260mm y longitud total conservada 70cm.
Fusión epifisaria completa.
Erupción dental del tercer molar (nº48).

-          Sexo: Mujer.
Pelvis con escotadura ciática en ángulo obtuso.
Cráneo con ausencia de prominencia occipital.

En el relleno aparecieron tres clavos de hierro en el cabezal suroeste de la tumba que sin duda pertenecían al sarcófago de madera ya desaparecido. También destacaremos que el individuo lucía un brazalete de bronce en el húmero izquierdo. En cuanto a la cerámica, se encontraron diversas bases anulares de ARSW-A que asociamos probablemente a los cuencos carenados Hayes 14 (s. II d.C).

Fig. 3. Restos de la cubierta de T-11.

 
Fig. 4. Individuo de T-11.

 
Fig. 5. Detalle del brazalete de bronce en el húmero izquierdo.

Fig. 6. Detalle de los clavos de hierro en la cabecera suroeste de la tumba.

 
Fig. 7. Relación física entre T-5 y T-11.

T-13 (figs. 8-10).
UE-48: fosa simple excavada en UE-13. Tenía planta rectangular con los extremos redondeados. El largo  era de 1,18m por 42cm de ancho y 50cm de profundidad máxima. Su orientación era de NG 31º59’E. Tenía una cubierta conformada por dos losas de marés (55x38x10cm) una de las cuales tenía un enlucido de signinum; la cota superior de éstas se ubicaba a 3,42 m.s.n.m. La cota inferior de la fosa se hallaba a 3,04 m.s.n.m. La tumba estaba cubierta por T-4 y cortada por T-8. 

UE-49: se trataba de un individuo infantil. Colocado en posición de decúbito supino. La orientación del tronco era de NG 31º59’E con el cráneo en el extremo suroeste. De las extremidades superiores sólo se conservaban las diáfisis de los húmeros, colocadas en posición anatómica. De las inferiores: se conservaban articulados, en posición anatómica y rodilla en extensión, el fémur, la tibia y el peroné de la pierna izquierda; el fémur y la tibia de la derecha estaban desplazados por procesos tafonómicos. La edad se determinó por la métrica y la no finalización del proceso de fusión epifisaria y sinostosis craneal. La cota superior, tomada en el cráneo, era de 3,19 m.s.n.m.

En un principio pensamos que podía tratarse de una incineración primaria (bustum) ya que las paredes interiores de la fosa presentaban una clara rubefacción. Pero el afloramiento del esqueleto, articulado y sin muestras de calcinación, abre dos nuevas hipótesis:
a) O se trata de una inhumación infantil que reutiliza una incineración anterior.
b) O bien, se podría haber realizado una combustión para referir las paredes y extraer posteriormente las cenizas.

En cualquier caso, parece evidente que se realizó una ignición en el interior de la fosa.

Fig. 8. Cubierta de T-13 bajo los elementos estructurales de T-4.

Fig. 9. Individuo infantil de T-13.

Fig. 10. Relación de la T-13 con T-8 (arriba) y T-4 (abajo).

  • Fase III-IV d.C.
T-1 (fig. 11).
UE-14: fosa simple con planta ligeramente antropomórfica y tallada en UE-13. Su longitud era de 1,8m por una anchura máxima de 44cm y mínima de 30cm. La profundidad máxima era de 12cm. La orientación era de NG 12º01’W. Cortaba a la canal UE-8. La cota superior era de 3,52 m.s.n.m. y la inferior de 3,42.

UE-15: individuo. Colocado en decúbito supino. La orientación de su tronco era de NG 18º01’W; el cráneo se encontraba en el extremo norte y la cara mirando al sur con la mandíbula cerrada. La cota superior, tomada sobre la rodilla izquierda, se hallaba a 3,58 m.s.n.m. Las extremidades superiores se encontraban con los húmeros en posición anatómica y los codos en flexión forzada, localizándose los antebrazos sobre el tórax. Las piernas se encontraban en posición anatómica con las rodillas extendidas. Por la información antropológica podemos conjeturar, a día hoy, y pendientes aún del estudio antropológico pertinente por especialistas, que nos encontramos ante un individuo subadulto de sexo indeterminado. Los criterios seguidos fueron:
- Métrica: húmero izquierdo de 200mm, fémur derecho de 260mm y longitud total de 1,19m (sin pies).
- Fusión epifisaria y sinostosis craneal incompletas.  
- No erupción dental de los terceros molares (piezas 18 y 48)
- Poco desgaste dental.  

Bajo la cabeza del finado, en el extremo noroeste, pudieron hallarse los vestigios de la cubierta de una nueva tumba, que se proyectaba, de este a oeste, también debajo de la contigua T-2.

Fig. 11. T-1.

T-2 (fig. 12).
UE-16: se trata de una tumba en cista. Su longitud era de 2,10m por 39cm de anchura y 29cm de profundidad. La orientación era de NG 10º01’W. Su extremo sur se apoyaba sobre la pared del specus de UE-8. La cista estaba constituida por dos grandes lajas calcáreas (50x30x15cm) situadas en su parte medial a ambos lados. La cota superior se ubicaba a 3,76, siendo la inferior de 3,4 m.s.n.m. En el contenido de la tumba (UE-17) no se hallaron restos óseos (¿cenotafio?).

Fig. 12. T-2 (a la derecha).

T-3.
UE-18: eran los elementos estructurales de la tumba. Dos hiladas paralelas a los costados delimitaban la tumba y rellenan la negativa hecha sobre UE-11: depósito del siglo II d.C (datado con cocinas africanas) al norte de la canal UE-8 y que era cortado por todas las tumbas de la fase III-IV d.C de la necrópolis. Sus dimensiones eran de 1,14m de longitud, 30cm de anchura y profundidad de 33cm. Orientación NG 24º01’W. A juzgar por las medidas debió pertenecer a un enterramiento infantil, hecho que explicaría la desaparición de los restos óseos. En su relleno (UE-19) se encontró un ungüentario de vidrio. La cota superior se ubicaba a 3,79 y la inferior a 3,36 m.s.n.m.

T-4 (figs. 13-15).   
UE-20: Fosa simple de planta rectangular y los extremos redondeados. Cortaba al estrato UE-11 y su extremo sureste, prácticamente, se apoyaba sobre la pared norte de la canal UE-8. Las paredes interiores de la fosa tienen un enlucido de unos 2-4 cm de grueso de mortero de cal con partículas de cuarcita y cerámica triturada. Tenía una única losa tallada en marés en el lateral noroeste (35x15x20cm). Sus medidas eran de 1,63m de longitud, anchura de 40cm y profundidad de 22cm. Orientación NG 14º01’W. Las cotas eran de 3,63 y 3,48 m.s.n.m, superior e inferior respectivamente.

UE-21: individuo. Colocado en decúbito supino. Tronco con orientación NG 14º01’W, ubicado el cráneo al sur y la cara mirando al norte con la mandíbula cerrada. Los brazos presentaban posición anatómica con los codos en semiflexión y las manos vista dorsal. Los antebrazos se situaban sobre el abdomen y las manos estaban cruzadas sobre la pelvis. Las piernas también estaban en posición anatómica con las rodillas en extensión. Por la información antropológica extraída en campo pudimos determinar que se trataba de un individuo subadulto de sexo indeterminado. Nos basamos en los siguientes criterios:
- Métrica: húmero derecho de 200mm, fémur derecho de 300mm, fémur izquierdo de 290mm y  longitud total de 1,07m (sin pies).
- Fusión epifisaria y sinostosis craneal incompletas.
- Erupción dental: faltan por emerger las piezas 23 y 43.
- No hay excesivo desgaste dental.

En el relleno se localizaron siete clavos de hierro circunvalando al finado que debían pertenecer al ataúd de madera. La cota superior, tomada en el cráneo, era de 3,60 m.s.n.m. 

Fig. 13. T-4.
  
Fig. 14. Detalle de las manos cruzadas y los clavos a ambos lados del esqueleto.

Fig. 15. En esta fotografía se puede observar como aún quedan piezas dentales en el maxilar (nº23) de la dentición permanente por emerger.

T-5 (figs. 16-18).
UE-22: cista. Sus medidas eran de 2m de longitud, anchura interna de 40cm y total de 80cm y profundidad máxima de 68cm. Orientación NG 15º01’W. Aparejo con masonería de bloques calcáreos (35/40x30x20cm) trabados con mortero de arcilla. Las llagas y tendeles rondaban entre los 2 y 4cm. Las paredes interiores presentaban unos paramentos en opus incertum. El extremo sureste estaba tallado en el sustrato rocoso UE-13, el noroeste en el estrato UE-11; en ninguno de los dos extremos se halló masonería. Las paredes interiores poseían un enlucido de mortero de cal con cerámica triturada y gravas de cuarcita y calcita. Esta tumba seccionaba, como ya hemos mencionado, a T-5. En la pared noroeste de la tumba, pudimos detectar un pequeño loculus (20x20x20cm) que contenía un ungüentario piriforme de vidrio y una moneda de bronce, púnica y fraccionaria, hecha con cospel de racimo, y que sin duda formaban parte del ajuar funerario. Las cotas se hallaban a 3,82 y 3,14 m.s.n.m, superior e inferior respectivamente.


UE-23: individuo. Colocado en decúbito supino. Tronco orientado NG 15º01’W con el cráneo ubicado al sur, la cara mirando al norte y la mandíbula removida. Los brazos se encontraban en posición anatómica, con el codo derecho en semiflexión y el izquierdo en extensión. El antebrazo derecho estaba sobre el abdomen y el izquierdo paralelo al cuerpo. Las falanges y metacarpos de las dos manos estaban desarticulados. Las piernas estaban en posición anatómica con las rodillas en extensión. La cota superior, tomada sobre el cráneo, se hallaba a 3,29 m.s.n.m. Con la información antropológica recogida en campo, determinamos que se trataba de un adulto joven de sexo femenino. Para ello nos basamos en los siguientes criterios:

-          Edad: Adulto.
Métrica: húmero derecho de 260mm, húmero izquierdo de 270mm, fémur derecho de 390mm, fémur izquierdo 400mm y longitud total 1,55m.
Fusión epifisaria y sinostosis craneal completas.
Erupción dental del tercer molar (nº38).
Escaso desgaste dental.

-          Sexo: Mujer.
Pelvis con escotadura ciática en ángulo obtuso.

Sobre el antebrazo izquierdo tenía un cráneo de algún animal de especie indeterminada, aunque tampoco podemos descartar que se trate del individuo que ocupaba la tumba con anterioridad a su reutilización. En los pies se hallaron dos broches o hebillas de pasta vítrea negra con clavos dorados; los interpretamos como ornamentos de algún calzado de material perecedero (probablemente cuero). Durante el estudio antropológico de los restos, apareció en el interior del cráneo un anillo de oro con una piedra de rubí. Seguramente debió desplazarse al interior durante un proceso tafonómico, depositándose originalmente, con motivos rituales, en el interior de la boca o sobre uno de los ojos.

Fig. 16. T-5.

Fig. 17. Detalle del cráneo sobre el antebrazo izquierdo.

Fig. 18. Broches de pasta vítrea.

T-6 (fig. 19).          
UE-25: cista. Sus medidas eran de 1,92m de longitud interior y 2,16m total o exterior; la anchura interior en el extremo noroeste era de 37cm, en la parte medial de 40cm y en el extremo sureste de 41cm; la profundidad era de 53cm en el extremo noroeste, 45cm en la parte medial y 47cm en el extremo sureste. Su orientación era de NG 12º01’W. El aparejo estaba hecho de masonería de bloques calcáreos (47x26x10cm/25x25x10cm) con facies trabajadas, trabados con mortero de arcilla y calzados (en los tendeles) con pequeñas lajas. Las paredes este y oeste conservaban hasta tres hileras en mampostería concertada. El interior tenía un enlucido de mortero de cal con aglutinantes de cerámica triturada, gravas calcáreas y nódulos de calcita. En el extremo sureste era donde mejor se conservaba el revestimiento. En esta tumba no aparecieron clavos de hierro; es posible que su buen acabado no exigiera la presencia de un sarcófago. Las cotas se ubicaban a 3,62 y a 3,06 m.s.n.m, superior e inferior respectivamente.

UE-26: individuo. Posición de decúbito supino. Tronco con orientación NG 12º01’W, el cráneo al sur y la cara mirando al norte con la mandíbula cerrada. Los brazos estaban en posición anatómica, con los codos flexionados y las manos con visión dorsal. Los antebrazos y las manos se situaban sobre el abdomen. Las piernas estaban en posición anatómica con las rodillas extendidas. La cota superior, tomada sobre el cráneo, era de 3,14 m.s.n.m. Por la información antropológica en campo pudimos aventurar, inicialmente, que se trataba de un individuo adulto (maduro) de sexo masculino. Para ello nos basamos en los siguientes criterios:

-          Edad: Adulto.
Métrica: húmero derecho 270mm, húmero izquierdo 270mm, fémur derecho 360mm y fémur izquierdo 370mm.
Gran desgaste dental del primer molar del cuadrante izquierdo de la mandíbula (nº46).

-          Sexo: Hombre.
En el cráneo se detectaron una apófisis mastoides y cresta occipital muy desarrolladas. La mandíbula presentaba una gran eminencia mentoniana.
La escotadura ciática de la pelvis dibujaba un ángulo agudo.

Fig. 19. T-6.

T-7 (fig. 20).
UE-28: Fosa de la incineración excavada en UE-13.  Parece ser que se trataba de una incineración primaria (bustum) ya que las paredes interiores se encontraban rubefactadas. Poseía una planta rectangular con los extremos redondeados. Sus medidas eran de una longitud de 1,7m por 50cm de anchura y 17cm de profundidad máxima. Su orientación era de NG 25º01’W. Las cotas eran de 3,8 y 3,53 m.s.n.m, superior e inferior respectivamente.

UE-12: Relleno de cenizas de la incineración. Tenía un alto contenido en carbones y se encontraron numerosos restos óseos calcinados.

Aunque presentaba una orientación asimilable a la fase ss. III-IV, por su ritual se nos hace complicado establecerla en ésta. Por tanto mantenemos ciertas reservas sobre esta tumba, aunque podría denotar la pervivencia de rituales paganos en fases ulteriores.    

Fig. 20. Bustum T-7 (abajo).

T-8 (figs. 21 y 22).
UE-29: cista. Sus medidas eran de 2,02m de longitud, 51cm de anchura y 52cm de profundidad. La orientación era de NG 8º01’W. Tenía una planta rectangular con enlucido interior de mortero de cal con cuarcita y cerámica triturada. Aun y presentar un aparejo de masonería de piedras calcáreas, en la pared este se limitaba a un enlucido de mortero de cal sobre la negativa. Las cotas eran de 3,84 y 3,24 m.s.n.m, superior e inferior respectivamente. El extremo sureste seccionaba el specus de la canal UE-8, reutilizando su argamasa como cabecera de la tumba. La pared oeste cortaba la cubeta de decantación UE-32, conectada a la canal UE-8 por la canaleta UE-31, también seccionada por la tumba. En este tramo el lecho de la tumba se asentaba sobre un preparado de guijarros y corte sobre UE-13, elementos constitutivos de la cubeta. Desde la parte medial hacia el extremo noroeste el suelo presentaba un débil enlucido de mortero de cal.

UE-30: individuo. Posición en decúbito supino. Tronco orientado NG 6º01’W. El cráneo se ubicaba al sur con la cara mirando al norte y la mandíbula removida. Los brazos se encontraban en posición anatómica, con el codo derecho en extensión y el izquierdo en semiflexión. El antebrazo derecho paralelo al cuerpo y el izquierdo sobre el abdomen. Las piernas en posición anatómica y las rodillas en semiflexión. La cota superior, tomada en el cráneo, era de 3,54 m.s.n.m. Por la información antropológica en campo, creemos que se trataba de un individuo adulto de sexo masculino. Para ello nos basamos en los siguientes criterios.

-          Edad: Adulta.
Métrica: húmero derecho 300mm, húmero izquierdo 290mm, fémur derecho 454mm, fémur izquierdo 445mm y longitud total 1,66m.
Erupción dental de los terceros molares (38 y 48, aunque el primero de ellos se ha perdido, tafonómicamente, se conserva el alvéolo sin cicatrizar en la mandíbula).
Desgaste dental.

-          Sexo: Hombre.
El cráneo presentaba: una abrupta protuberancia occipital, una apófisis mastoides prominente y una destacable eminencia mentoniana en la mandíbula.

Algunas piezas dentales presentaban caries (37, 41 y 47).
En el extremo noroeste aparecieron tres clavos de hierro del ataúd.
La mandíbula, el radio derecho, el sacro y las falanges y metacarpos de ambas manos estaban desarticulados por procesos tafonómicos.   

Fig. 21. T-8.

Fig. 22. Mandíbula, donde se pueden apreciar el desgaste dental y la erupción de los molares.

T-9 (fig. 23).
UE-40: fosa simple excavada en el sustrato UE-13. Sus medidas eran de 1,37m de longitud, 40cm de anchura y profundidad máxima de 35cm. Orientación NG 8º01’W. No se pudo determinar su planta, ya que se soterraba en el perfil oeste del solar, aunque parecía apuntar hacía una morfología antropomórfica. La fosa cortaba a la canal UE-8 y al nivel de derrumbe o abandono del camino UE-7. Las cotas se ubicaban a 4,02 y 3,67 m.s.n.m, superior e inferior respectivamente.

UE-41: individuo. Posición en decúbito supino. Tronco con orientación NG 8º01’W. El cráneo se ubicaba al sur. De las extremidades superiores sólo se conservaba la lateralidad derecha, apareciendo el brazo en posición anatómica con el codo en extensión. El antebrazo derecho paralelo al cuerpo. La cota superior, tomada en el fémur izquierdo, era de 3,62 m.s.n.m. Las piernas en posición anatómica con las rodillas en extensión. La información antropológica que se pudo extraer fue nula dado el mal estado de conservación del esqueleto.  

Fig. 23. T-9.

T-10 (fig. 24).
Esta tumba no pudo ser excavada íntegramente ya que se soterraba bajo el perfil norte.

UE-42: cista. Sus medidas eran de una longitud excavada de 45cm y anchura de 44cm. La excavación se detuvo a 22cm de profundidad ante la imposibilidad física de continuarla. Su orientación era NG N-S. El aparejo era de bloques calcáreos trabajados y trabados con mortero de arcilla. Las paredes interiores tenían un enlucido de mortero de cal con gravas calcáreas y cuarcita. Las cotas eran de 3,69 y 3,47 m.s.n.m (cota de final de excavación), superior e inferior respectivamente.

Fig. 24. T-10.


T-12 (fig. 25).
UE-46: fosa simple. Sus medidas eran de 1,14m de longitud, anchura de 43cm y profundidad de 10cm. La orientación era de NG 10º01W. La planta tenía tendencia antropomórfica. Al norte cortaba la canal UE-8 y al sur se apoyaba sobre el muro UE-3 del camino. Una negativa de destrucción o fosa ulterior que no pudimos determinar, afectó a la lateralidad izquierda de las extremidades inferiores del individuo e hizo desaparecer también su cráneo. Las cotas eran de 3,82 y 3,59 m.s.n.m, superior e inferior respectivamente.

UE-47: individuo. Posición en decúbito supino. Tronco con orientación NG 10º01’W. El cráneo, aunque no estaba, se ubicaría al norte, mirando la cara al sur (excepción dentro del grupo junto a la T-1). Los brazos aparecían en posición anatómica (el húmero izquierdo se encontró desplazado a los pies del esqueleto) con el codo derecho en flexión y el izquierdo en semiflexión. Las dos manos tenían vista dorsal: la derecha sobre el abdomen y la izquierda sobre la pelvis; los antebrazos se situaban sobre el abdomen. La pierna derecha estaba en posición anatómica con la rodilla en extensión; la pierna izquierda se perdió. La cota superior, tomada sobre el húmero derecho, era de 3,76 m.s.n.m. Dado el mal estado de conservación del esqueleto no pudimos extraer ninguna conclusión de la información antropológica en campo, aunque por la métrica parece tratarse de un individuo subadulto.

Fig. 25. T-12.

3. Camino (fig. 26).
Este camino actuaba como eje vertebrador de todas las estructuras del yacimiento en sus distintas fases. Su orientación era E-O, ocupando su longitud todo el ancho del solar (6,2m) y proyectándose más allá, siendo la anchura de la calzada de 2,45m y la total de 3,15m. Sus elementos constituyentes eran:

-          UE-2: recorte sobre la roca que constituye el flanco sur del camino.
-          UE-3: muro norte.
-          UE-5: empedrado en el tramo este.
-          UE-7: nivel de derrumbe o abandono en el tramo oeste.

Fig. 26. Camino.

UE-2: recorte sobre el sustrato rocoso UE-13. Su longitud era de 10,6m y el alzado máximo de 83cm. Orientación E-O. Proviene del solar Vía Púnica 34, donde deriva en un muro de mampuestos y grandes sillares (UE-66: Llinás; Marí, 2009) que fue datado con posterioridad al s. II a.C. Las cotas eran de 4,71 y 3,88 m.s.n.m, superior e inferior respectivamente.

UE-3: muro de mampostería que actúa de límite norte del camino. Dentro del solar fue documentado en dos tramos: el primero parte desde el límite este del solar y tenía una longitud de 3,35m; el segundo, separado del anterior por 60cm, tenía una longitud de 75cm. El ancho era de 70cm. El alzado, aunque hablamos de nivel de cimentación, era de 35cm. La orientación era E-O. Las cotas superiores eran de 3,98, la mínima situada en el extremo este, y 4,16 m.s.n.m, en el oeste; por tanto muestran un declive hacia el este. El aparejo era de bloques calcáreos colocados en emplecton latinorum: doble pared de bloques (40x34x20cm/23x17x10cm) y relleno intramural de piedras no trabajadas de menor calibre. Pudimos datarlo postquem a partir de la excavación del estrato UE-38, cortado por la cimentación del muro; en él aparecieron cuantiosas paredes finas ebusitanas, otorgándonos una cronología ulterior al cambio de Era.

UE-5: pavimento o preparado del camino. Tenía una longitud de 10,6m, anchura de 2,45m y grueso de 20cm. Su orientación era E-O. Su aparejo era de guijarros y bloques calcáreos trabados con arcilla amarillenta, resultante, seguramente de la propia magra cálcica del lugar. Las cotas de la calzada también mostraban una declinación hacia el oeste, siendo la máxima, en la parte medial, de 4,03 y la mínima, en el extremo este del solar, 3,86 m.s.n.m. En el extremo oeste se realizó una cata (1,45x0,75 m) extrayéndose una pared fina ebusitana (-50/50), que redunda en la cronología apuntada para la construcción del camino. También anotamos la hipótesis de que pueda tratarse más de un rudus que de un nivel de circulación.  

UE-7: nivel de derrumbe o abandono del camino. Se encontraba en el extremo oeste del camino. Tenía una longitud máxima de 4,6m, ancho de 2,3m y potencia de 28cm. Estaba constituido por grandes bloques calcáreos (35x25x17cm) y algún fragmento de signinum. Las cotas se ubicaban a 4,08 y 3,87 m.s.n.m, superior e inferior respectivamente. De su contenido se extrajeron un borde de PE-25, una sigillata aretina y el pivote de una PE-18, horizontes postquem que nos podrían situar ya a finales del I e inicios del II d.C.           

4. Canal (figs. 27-29).
La canal (UE-8) tenía una longitud de 10,5m, anchura del specus de 14cm y total de 54cm y profundidad máxima de 24cm. La orientación era de NG 77º59’E. El aparejo presentaba masonería calcárea con enlucido hidráulico (mortero de cal con cerámica triturada). El specus tenía una clara declinación en sentido noreste, con un desnivel de 21cm en 7,9m de longitud: siendo la cota máxima de 3,72 (oeste) y 3,51 m.s.n.m (este). Sobre la factura de la canal, resulta curioso comprobar cómo el lecho se hizo con una primera lechada de argamasa de mortero de cal y gravas calcáreas que cubrió todo el ancho de la negativa (UE-37), para después hacerse sobre ella el recrecido de las paredes interiores y acabar recubriendo los bordes de la zanja a cota de nivel de circulación (3,82 m.s.n.m). La canal se cimentaba sobre el estrato UE-38 (-50/50) y era cortada por la necrópolis en su fase ss. III-IV, por tanto debemos asignarle un funcionamiento entre los ss. I-II.

Fig. 27. Canal.

Fig. 28. Detalle de la cimentación de la canal.

 
Fig. 29. Detalle del specus de la canal.

5. Corolario.
Más que plantear una hipótesis sobre la expansión de la necrópolis de la ciudad a partir de la vertiente norte de Puig des Molins, podríamos apuntar aquí una hipótesis algo diferente. Es probable que el área sepulcral de este yacimiento se desarrollara en su fase primigenia en relación al camino; como era habitual entre los romanos, enterrar a sus difuntos a los lados de las principales vías de acceso a las ciudades. Este primer periodo englobaría aquellos elementos entre los que hemos establecido cierta sincronía: las tumbas del la fase s. II d.C, la canal UE-8 y el camino. Además, estás estructuras coinciden, grosso modo, en sus orientaciones: tienden claramente a los cuadrantes NE-SO, adaptándose a las curvas de nivel del terreno. Posteriormente, la necrópolis del II queda amortizada, como hemos podido comprobar, y se le superponen inhumaciones del III-IV, que a su vez amortizan también la canal UE-8. El único elemento que parece pervivir de la fase anterior es el camino, que en todo momento es respetado por los nuevos enterramientos. Aunque la cronología mentada para la amortización del camino no coincide con lo expuesto aquí (ss. I-II d.C), debemos advertir que la datación con cerámica siempre es relativa y postquem, y en este caso debemos añadir que es cuantitativamente poco significativa, por lo tanto no invalida la hipótesis. Este nuevo cementerio, parece desconocer o no respetar los enterramientos anteriores, esto podría ser debido a la introducción de un nuevo culto (el cristianismo); aún así, sí que podríamos aventurar que su ubicación se enmarca en un proceso de fosilización o transmisión funcional del espacio.      

Así pues, aportamos respecto a Vía Púnica 34 (Llinàs; Marí, 2009) una serie de interrogantes. Sin duda la divergencia en las orientaciones de las tumbas no parece ser baladí: en el caso de Vía Púnica 36 se pudo comprobar físicamente que los enterramientos con orientación tendente a los cuadrantes NE-SO eran anteriores a las tumbas N-S (ss. III-IV d.C). Creemos que estos mismos criterios podrían haberse dado en Vía Púnica 34, ya que se observan en la planimetría (Llinàs; Marí, 2009: 80) algunas tumbas con orientación E-O (UU.EE. 26 y 51) y es de suponer que de haber continuado la excavación, desmantelándose la fase ss. III-IV, se habría hallado la etapa primitiva de la necrópolis. 




[i] Llinàs; Marí, 2009: La intervenció arqueológica a la Vía Púnica, 34. Vestigis de la ciutat d’Eivissa en època Antiga. Quaderns d'arqueologia ebusitana I. Intervencions 2008, pp. 79-86. Consell d’Eivissa . Eivissa 2009.

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