DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y ESTRATIGRÁFICA.
El nuevo tramo de acueducto descubierto [1] (UE-790) constaba de una longitud de 11,3m, con planta rectilínea y orientación de 50 º NE-SO. Estaba seccionado, en una longitud de 1,05m, por un tubo moderno (UE-928) procedente de los sumideros de saneamiento de la calzada que subdividía el acueducto en sendos segmentos: medial / noreste, con una longitud de 6,7m, y suroeste, de 3,5m. El specus colmata una zanja (UE-789) hecha sobre el sustrato geológico, que en el tramo más alterado -bajo la calzada de la calle Corona- afloraba a la altura de la coronación de las paredes que flanqueaban el acueducto. Con una sección cóncava tenía una profundidad de 0,45m y anchura que variaba en torno a los 0,9 y 1m. En el perfil noreste, donde el sustrato geológico permanecía en su cota original, esta negativa llegaba a 1,27m de profundidad, apareciendo la cara superior de las paredes del acueducto a 0,82m de profundidad y permaneciendo, por tanto, completamente enterrado. El specus UE-790 consistía en una canal de sección cuadrangular: tenía 0,3m de anchura y profundidad hasta llegar a la arista redondeada de la parte superior de las paredes internas; su coronación se situaba a 0,35m de altura. Las paredes interiores presentaban un revestimiento de unos 1,5cm-2cm de mortero de arcilla y cal con cerámica triturada de granulometría muy fina y, sobre éste, un enlucido de cal. Las paredes eran completamente lisas, aunque en algunos lugares daban la impresión de ser irregulares por la deposición sobre ellas de la cal resultante de la circulación del agua durante siglos. Algunos acueductos quedaron precisamente inhabilitados a causa de esta problemática debido a la falta de un mantenimiento regular. En algunos tramos este "turc" [2] llegaba hasta los 4,2cm de grosor, reduciendo ostensiblemente la capacidad del specus. Seguramente esta sedimentación se daba con mayor agudeza aquí debido a cierto "estancamiento" del agua por la suave pendiente. Las esquinas inferiores de la canal eran flanqueadas por dos zócalos longitudinales de media caña de 5cm de alzado y 4cm de ancho. Estos zócalos se encontraban a lo largo de todo el acueducto, aunque en ocasiones quedaban enterrados por el "turc" y no se apreciaban; es una solución muy recurrente en todas las obras hidráulicas romanas: el objetivo, reforzar las esquinas para evitar las grietas derivadas de la erosión del agua. El lecho del specus, que era la misma pieza que los zócalos, estaba conformado por una solera de opus signinum de 6cm de grosor con una superficie lisa de 21,5cm de ancho. Este fondo descansaba sobre un preparado de opus caementicium de 7cm de grosor, compuesto por mortero de arcilla y cal con piedras calizas de pequeño calibre. Las paredes perimetrales del acueducto, como ya hemos advertido, eran una obra de mampostería que remachaba una negativa, nunca se pueden interpretar como estructuras en alzado, ni en este tramo ni en los aparecidos en Ses Galamones o Antonio Manuel García n º 5. Tenían una anchura media de 0,3m, llegando la máxima a 0,4m. El aparejo estaba formado por rocas calcáreas (15x10x10cm) poco trabajadas que trababan con un mortero grisáceo de arcilla y cal. En los tramos donde se conservaba todo el alzado, la cara superior de las paredes estaba revestida con mortero de arcilla, redondeando, como decíamos, la arista de unión con las caras internas del specus. En el perfil noreste quedaba íntegro el alzado del acueducto dada la nula afección de obras contemporáneas. Este hecho posibilitó la preservación de la cubierta, que en el tramo excavado se limitaba a una sola losa rectangular de talla caliza (69x59x15cm), aunque se pudo observar cómo la cubierta tenía continuidad con una nueva losa caliza que se soterraba bajo el relleno de amortización UE-792. Todo hace pensar que este último depósito mencionado, UE-792, habría sedimentado ulteriormente al abandono del acueducto, quedando la cubierta a la intemperie durante su funcionamiento. Si el acueducto hubiera estado completamente enterrado habría dificultado enormemente las tareas de mantenimiento. Para averiguar la pendiente del specus, materia importante para determinar la dirección del agua, tomamos un total de 24 cotas absolutas, una cada 0,5 m. Todo parecía indicar, por tramos descubiertos en los solares cercanos, que la conducción del agua debía ir en dirección suroeste, y así lo creemos, pero atendiendo únicamente a las cotas, el segmento medial / noreste del acueducto parecía poseer un claro declive hacia el noreste, eso sí, con valores muy irregulares. Esta tendencia en la inclinación variaba completamente en el tramo medial / suroeste, donde sí se apreciaba una pendiente descendente más regular hacia el suroeste. Seguramente esta pendiente ascendente descrita para el tramo medial / noreste se debe a la necesidad de disminuir en este punto la presión del agua, causa que justifica también la circunvalación de la ciudad y el gran rebaje efectuado sobre el sustrato geológico .
El relleno del specus (UE-791) era un compuesto con fracción fina de arcilla limosa de color grisáceo en un 80%, el resto era conformado por una fracción gruesa de gravas y rocas calcáreas. Entre el contenido orgánico destacaba la presencia abundante de gasterópodos terrestres. Pero sin duda lo más destacable aquí son las producciones cerámicas, que nos han otorgado una datación entorno a la primera mitad del siglo III dC: destacan, especialmente, un fragmento de asa de ánfora PE-25 tardía (Ramon, 2006: 249, fig . 5), una base de olla de cocina africana Hayes 197 y un borde de plato-tapadera, también africano, Hayes 196. Así pues, podríamos acotar la fase funcional del acueducto entre finales del siglo I dC y seguramente la totalidad del II dC, resulta más difícil determinar en qué momento del III dC cae en desuso; al menos, habría que rechazar la prolongación de su uso más allá de mediados de esta centuria.
CONCLUSIONES.
La construcción del acueducto se fecha con una inscripción bastante conspicua y ya, desafortunadamente, desaparecida. Se trata del epígrafe del castillo de Corbera [3], en las cercanías de Perpiñán, y que ya F. Fosa en el siglo XVIII relacionó con Ibiza. Todo parece indicar -cómo el propio Fosa relató- que Jean Devi, gobernador y capitán general de las islas en el siglo XVI, y oriundo de la comarca, se lo llevó de Ibiza antes del 1569 (año de su muerte) para colocarlo en un muro de su casa en la "Place de la Huile" de Perpiñán. Más tarde M. León de Villar lo llevaría al patio del castillo de Corbera. La inscripción se perdió definitivamente durante la Segunda Guerra Mundial. Pero antes al menos pudo ser debidamente estudiada, documentada e incluida por Emil Hübner en su Corpus Inscriptionum Latinarum de 1869. A continuación la transcribimos:
L (ucius) · Cornelius · Longo · et / M (arcus) · Cornelius · Auitus · {f (ilii /-libre)} · et / L (ucius) · Cornelius · Longo · et / C (aius) · Cornelius · Seruinus · et / M (arcus) · Cornelius · Auitus · et / P (ublius) · Cornelius · Cornelianus · nep (odas) · {ex-L (UCIO)} / {et M (arco) f (iliis) / et M (arci) f (ilii)} aquam · in · municipium · Flauium / Ebusum s (ua) · p (ecunia) · p (erduxerunt) [4].
De este texto podemos extraer una primera y somera conclusión: la fecha de construcción del acueducto debe ser ulterior al edicto de latinidad emitido por el emperador Vespasiano en el 74 dC (Ius Latii [5]) -decreto que otorgaba la ciudadanía latina en las provincias de Hispania-. Esta aseveración se deriva de la adquisición del estatus de municipio de Ebusus, antes ciudad federada. Más aventurado es establecer con cuánta posterioridad a ese año se construyó. Algunos historiadores (Juan, 1988: 49) han conjeturado sobre la posibilidad de que uno de los personajes que aparece en la lápida, concretamente Cornelio (uno de los nietos), fue el destinatario de una de las epístolas de Plinio el Joven [6]. Si aceptamos esta hipótesis como válida, Publio Cornelio Cornelio habría sido coetáneo de Plinio el Joven (62-113 dC) y su padre seguramente lo fue del tío del segundo, Plinio el Viejo (23-79 dC). Siguiendo con este argumento, Juan Castelló deduce que la inscripción debió realizarse durante la madurez del padre de Cornelio, ya que también aparece el abuelo, por lo tanto no debe alejarse mucho del 79 dC, año de la muerte de Plinio el Viejo (con 56 años) durante la erupción del Vesubio y donde Plinio el Joven contaba con 17 años. Aunque resulta osado establecer esta asociación por la simple coincidencia de nombres. No parece, sin embargo, que la datación pueda ser ulterior a la dinastía flavia, el último emperador de la cual fue Domiciano, muerto el 96 dC. En cualquier caso, habría que situar la fecha de construcción del acueducto hacia el último cuarto del I dC.
La casuística de la lápida, y por tanto de la obra a la que conmemoraba, hay que situarla en un acto de evergetismo de una familia de la aristocracia ebusitana: los Cornelio. Esta práctica era muy habitual entre las clases altas de la sociedad romana, consistía en costear obras públicas con el objetivo de adquirir notoriedad y rédito para postularse para algún cargo público o político (Castro; Roig, 2009: 28) .
BIBLIOGRAFÍA.
ADAM (1996): ADAM, J.P.: La construcción romana: materiales y técnicas. Lleó. 1996.
CASTRO; ROIG (2009): CASTRO ORELLANA, J.; ROIG RIBAS, J.: Nuevas evidencias sobre el abastecimiento de agua de la ciudad romana de Ebusus. El conjunto hidráulico del Camí de Cas Ferró. Fites nº9. 2009.
JUAN (1988): JUAN CASTELLÓ, J.: Epigrafía romana de Ebusus. Eivissa. Trabajos del Museo Arqueológico de Ibiza, nº20. 1988.
PLINI, el Jove (2005): PLINI, el Jove: Cartas. Ed. Gredos. Madrid. 2005.
PLINI, el Vell (1998): PLINI, el Vell: Historia Natural, libros III-VI. Ed. Gredos. Madrid. 1998.
RAMON (2006): RAMON, J.: Les àmfores altimperials d’Ebusus. Monografies 8, MAC, pp. 241-269. 2006.
VENY (1965): VENY, C.: Corpus de las inscripciones baleáricas hasta la dominación árabe. Madrid-Roma. 1965.
VIVES (1971): VIVES, J.: Inscripciones latinas de la España romana. Barcelona. 1971.
[1] Durante los años 2006 y 2007 fueron excavados en los solares adyacentes de Ses Galamones y Antoni Manel Garcia n º 5 otros sendos tramos por los arqueólogos Juan Piña y Juan José Marí Casanova respectivamente (Inéditos).
[2] Término que se utiliza en la Ibiza rural para referirse a este fenómeno, que se reproduce en las acequias para regadío.
[3] C.I.L. II, 3663; C.I.B. 191; I.L.E.R. 2044.
[4] Juan Castelló (1988), pág. 46.
[5] Plinio el Viejo (Naturalis Historia, III, 30):
Universae Hispaniae Vespasianus Imperator Augustus iactatum (iactatus) procellis rei publicae Latium tribuit.
[6] Plinio el Joven (Epístola, 6,31).